30 junio 2007

Romance

Siempre fue el bicho raro de la clase, a pesar de su excelencia académica. Sus conocimientos rebosan los cerebros de la mitad del planeta, lo que no le impedía estar en el paro. Su vestimenta era mucho más moderna que lo veía en casa, y a pesar de todo se quedaba anticuado. Su orientación es totalmente científica, pero su verdadera pasión la encontró en las letras. Y un día, sin quererlo ni él nin sus compañeros encontró la horma de su zapato. Un puesto laboral que no se correspondía con su nivel intelectual, ni con sus conocimientos académicos, ni con las expectativas de futuro que tanto él como los suyos habían conformado. Y sin embargo, ahí está. Cada mañana frota los ojos y se pregunta si es posible tanta felicidad. Si es posible que, con todos los elementos en su contra, pueda estar viviendo uno de los momentos más felices de su vida. Amigo de los jefes, compañero de viajes del hombre de traje y corbata, codeándose con los que ostentan el poder, asumiendo responsabilidades que otros con más años en la empresa no ven ni de lejos y, para colmo de toda felicidad... ELLA. Le aconseja, le corrige, le enseña, le apoya, ¿le comprende? No le importa su cazadora de los 80, ni sus pantalones cuello cisne, ni su voz estilo Blas. Por primera vez en su vida se siente comprendido por alguien ajeno a su entorno. Dicen que ELLA está un poco loca y que nadie le hace caso, pero a quién le importa eso... Hablan, cuentan chistes, comparten anécdotas, intercambian pareceres, se ríen juntos... La felicidad llega en una oficina triste y gris, donde los ácaros se ocultan en la moqueta y su sonrisa le da la bienvenida a una dura jornada de doce horas calentando silla.

Entra en el habitáculo vacío con los nervios a flor de piel, no saluda, se sienta, enciende el ordenador, mira de forma sistemática hacia la puerta, teclea un par de líneas, imprime, vuelve a mirar a la puerta, gira su cara hacia la pantalla, escribe otro par de líneas... y de pronto:
-Boas tardes, X.
- Boas tardes, R.

¿Será el principio de un romance?

1 comentario:

Marta dijo...

Tal y como lo cuentas parece hasta bonito...ugrrr!!