Sí, señores. El 8 de octubre es una fecha histórica, de esas señaladas con lápiz rojo en el calendario. Y sí, es cierto que este día cumple años una de las más brillantes personas del firmamento gallego (no me refiero a mí ni a Boris Izaguirre, que también, sino a nuestro querido llámalo para cualquier cosa Fernán-Vello). Hoy hace 40 años que un jovenzuelo arremetió en plena selva boliviana contra un greñudo-barbudo, que llevaba por nombre Ernesto Guevara, más conocido entre sus "compañeiros e compañeiras" como el Che. Para los más despistados, no hablo de otro que ese icono pop que llevais en vuestras camisetas, chapas, carpetas, póster y demás parafernalia ochentera. El tiro ("¡Serénese y apunte bien! ¡Va usted a matar a un hombre!", cuentan que le dijo el 'general' a su verdugo) parece que fue certero porque Latinoamérica cambió la revolución por oscuros años bajo las órdenes de personajillos erigidos en líderes por obra y gracia del espíritu santo. Sin embargo, como toda muerte prematura, aquel tiro en plena selva boliviana convirtió a aquel médico asmático y febril en un héroe para la historia. Y lo que es la vida, cuarenta años después de aquella no-muerte, sabemos que aquel soldado boliviano convertido en brazo ejecutor acaba de recuperar la vista gracias a una intervención médica sufragada por Cuba, ese país que Guevara liberó y del que Castro se apoderó. En fin. Compañeiros e compañeiras, hasta la victoria siempre.
