16 agosto 2006

San Caetano

No fui.
Tras casi una década de juerga sin interrupciones, no fui. El trabajo, los incendios, la carretera, el cansancio, la ausencia de compañía... un cúmulo de circunstancias que me hacen sentir mayor. Tras días sin dormir bien (sí, otra vez), con la mitad de la redacción diciéndome desde hace tres días la mala cara que tengo y la lluvia refrescando el ambiente, las ganas de salir se pierden entre deseos de acomodarme en mi sofá con mi manta, mi taza de cola-cao y la mirada perdida en el vacío que ofrece la televisión.
Lo peor (o quizás, no) es que si hoy fuese San Caetano, sin ninguna excusa que me impidiera subir, optaría sin duda por ese plan alternativo que hoy tanto ansío.

1 comentario:

Marta dijo...

Cosa de la edad no puede ser...sino que sería de mi??? Yo creo que es el hastío que produce este sitio en el que pasamos el día...a ver si en el cumple de la niña (que tambien sufre el mismo síndrome) optamos por el licor café y no por el cola-cao...