Como un rayo de luz que atraviesa la niebla.
Ver la realidad y no las figuras de la caverna.
Sentir por un día la felicidad.
Ser optimista, sentirte feliz, tener esperanzas.
Levartarse con alegría y con muchas ganas de vivir.
Recuperar la energía perdida, derrochada, malgastada.
Después de mucho tiempo, hoy puedo volver a decir: ESTOY CONTENTA
Sin motivos, ni razones, ni circunstancias que lo propicien.
Simplemente porque sí.
Porque no tengo una mañana en la que me quiero quedar en cama.
Porque me da igual tener que trabajar.
Porque tengo ganas de salir y tomar una caña.
Porque vuelvo a ser yo, o quizás otra...
...pero vuelvo.
25 diciembre 2005
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