En medio de la no tormenta perfecta, en un día discreto a una hora discreta y en una tele discreta (sábado, 20.30 horas, La 2), se emitió
En torno a Guardiola, breve pieza documental de apenas 30 minutos sobre la vida (más bien trayectoria futbolística) del actual entrenador del Barça.
Lo esencial del reportaje ya lo sabíamos: su pasión por el balón desde niño, las lágrimas de su madre al dejarlo en la Massía con 13 años, la alegría de Pep de ver el campo de fútbol desde su habitación, como Estiarte viajó a Italia esperando ver a un Guardiola destrozado tras dar positivo por nandrolona y se encontró con un tipo que se había pasado la noche documentándose para defender su nombre... Todas esas anécdotas que adornaron las páginas que sirvieron para analizar el éxito del Barcelona.
Sí sirvió para descubrir a un Guardiola tirillas, con poco cuerpo, que jugaba en los juveniles y no en el Barça B cuando Cruyff fue a buscar nuevas promesas a la cantera. Quizás ahora ya no le extrañe a nadie la admiración de Guardiola por Messi, más allá de sus dotes con el balón.
También sabemos que "iba mal de cabeza, le pegaba con la izquierda lo justito justito, apenas sabía driblar..." y sin embargo, era muy bueno. ¿Por qué? Sólo un catalán como Josep María Fusté (ex jugador del Barça) podría explicarlo así de bien: "Por su visión, eso es lo que vale dinero...". Y esa visión lo llevó a conseguir seis títulos y a que su equipo lidere la tabla con dos puntos más que a las mismas alturas de la anterior temporada, eso a pesar de que las continuas crisis que la prensa le inventa cada día en su vestuario. Y después se extrañan de que no conceda entrevistas... ¿Para qué? Si cuando fue a pedirle perdón al árbitro del encuentro Barça-Málaga por aplaudirlo en una decisión incorrecta, los de Cuatro ya se inventaron que había ido a pedirle explicaciones y respeto por sus jugadores.
El documental pasó un poco de puntillas por ese jugador que leía libros cuando otros decían "sí, bueno, no", que desfiló para Antonio Miró ("es un auténtico dandy", dice el propio diseñador) y que apela a la emoción de sus jugadores para ganar los partidos. "No prometo títulos pero si que vais a disfrutar". Fue su promesa a los seguidores del Barça en el Camp Nou el día que lo presentaron como entrenador. Y ahí está. Con su Cold Play y sus montajes a lo Gladiator. Sin ir más lejos, David Trueba en su columna diaria de El País comentaba como este sábado decidió utilizar un fragmento de El informe Robinson, dedicado al rescate imposible del alpinista Iñaki Ochoa de Olza, fallecido en el Annapurna en mayo de 2008, para motivar a sus jugadores.
Faltó un poco esa otra forma de sentir su profesión, sólo latente en las palabras de su padre: "Es un enfermo del fútbol", se lamentaba después de que su madre reconociese que ha envejecido y que se está quedando sin pelo y que dio pie a un final, cuanto menos, bonito: "Nosotros sufrimos por él pero no se lo decimos... bueno, ahora ya lo va a saber"